lunes, septiembre 17, 2007

Partiste a Casa...

"Nadie puede descifrar el enigma del morir; tal vez, vivir sea dormir y morir sea despertar"


Pablo Martínez Alanís
Amigo del alma

Ayer, 16 de Septiembre de 2007, me llamó uno de mis 2 mejores amigos
para darme trágica noticia.

Pablo, mi Pablo, nuestro Pablo había fallecido la madrugada del 15
en terrible accidente al desbarrancarse el autobus de
pasajeros que lo llevaría a Guadalajara.

Mi amigo, mi hermano y gran amor desde el espíritu y con el alma
partió a casa, a los brazos del creador.

Hoy duele el alma, hoy se me ahoga el corazón.

No habrá más abrazos ni más "te amoros", se me fue el "moshito"
el pilar de tantos sueños, de tantas esperanzas, de tanto comparitdo.

SE ME QUEDA EL AMOR

Se me queda el amor amordazado a los recuerdos
se me queda el amor abrazado a la espera de volvernos a encontrar
se me queda el amor guardado en la bóveda celeste
en el cielo estrellado de Cholula, Puebla una noche de Enero de 2007
se me queda el amor en el recuerdo de su risa y de su abrazo
se me queda el amor en el eco de su voz y sus "te amoros"
se me queda el amor en este dolor que se irá haciendo soportable con el tiempo
se me queda el amor en el agradecimiento a mi Dios por habérmelo cruzado
se me queda el amor en este grito enmudecido ante la ausencia
en este silencio lapidario que hoy atrapa a mi alma
se me queda el amor en sus poesías y sus palabras
se me queda el amor en un mousse de mango y las noches de bohemia
en la voz de Sarah Brightman que me hizo enmudecer en el "eden" de su mirada
se me queda el amor en las misas de Taizé de Viernes en la Ibero
en las andanzas de los 3 fantásticos: Pablo, Héctor (El Gordo) y yo
se me queda el amor en sus charlas que me dejaban atónita y sin palabras
en su sabiduría, su soberbia de a ratos, su gran humor de tanto en tanto irónico y sarcástico
Se me queda el amor en su ejemplo de fe, de fortaleza y de entrega a Dios
Se me queda el amor en su rectitud y su verdad, en su ternura
Se me queda el amor en el amor de saberte siempre aquí, tan dentro...

Como siempre nos dijimos:

"Aunque no estés, estás
aunque no esté, estoy,
siempre nos llevaremos dentro"

Gracias Dios, por darme tan hermoso regalo, te lo llevaste
y sé que está contigo. No lo reprocho aunque duele...

Gracias Pablo porque conocerte, sentirte y saberte ha sido lo más grande,
grato y puro que pude haber vivido.


Ingrid Ubach Jürgensen
Septiembre 17,2007