viernes, octubre 22, 2010

martes, octubre 19, 2010

No es que muera de amor... (Jaime Sabines)


No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.

miércoles, octubre 13, 2010

Del Perdón…



¿Me perdonas?
Te pido perdón
Perdóname
Perdón…

¿Cuántas maneras hay para conjugar el verbo perdonar?
¿Cuántas formas hay para conjugar libertad, gozo, mansedumbre
cancelación de deudas...
...paz?

¿Cuánto o cuán difícil es perdonar?

La distancia existente entre el perdón y el rencor es tan corta o tan larga
como le permitamos echar raíces a la amargura en nuestra existencia
tan larga como sentarnos a revolver la miseria misma de nuestra vida
la negrura de nuestra alma y nuestros errores sin querer mirar la realidad
tan larga y tan profunda como recordar el daño que hemos recibido
una y otra y otra y otra y otra vez, sin cesar y sin parar
sin pensar en el daño que hemos provocado aún sin querer

No perdonar y no pedir perdón es señal de soberbia en nuestra vida
es orgullo con nombre propio haciendo de nuestra vida prisiones
y de nuestro andar tortura permanente que nos hace sólo ver atrás
empañando los momentos gratos, enmoheciéndolos con suciedad.

A falta de perdón, la sabiduría retrasa su llegada a nuestra vida
A falta de perdón, vamos intentando volar con alas rotas nuestros cielos
A falta de perdón, las cadenas siguen atando nuestras vidas
A falta de perdón, cerramos la puerta a la luz, al amor, a la plena existencia
A falta de perdón, los verdugos de nuestra iniquidad nos torturan sin cesar
A falta de perdón, a falta de perdón…

…dejamos de lado la oportunidad de reconstruir, de edificar, de conciliar y reconciliar

… andamos con la herida abierta, llorando silencios, negándonos a amar.

El amor se queda sentado a esperar darle paso a rendirnos, a arrepentirnos, a cambiar la dirección
para reconocer, renacer, y abrazarlo
para poder abrir las alas restauradas…
…y volar, amando en libertad.

¿Y tú?
¿Y yo?
¿Y nosotros?
¿Y ellos?
¿Dónde estoy?
¿Dónde estás?
¿Dónde estamos?
¿Dónde están?

“El mundo dio una vuelta y otra vez, sentados mirándonos los pies
la tierra seguirá girando más, tal vez nos cansaremos de juzgar”

martes, octubre 12, 2010