
En este claustro de las descalzas horas
el sueño acaricia el paso del tiempo
la luna se ha vuelto cómplice del secreto
del calor escondido de las venas
A golpe de esta cuarentena voluntaria
donde no se sabe de caricias ni de piel
donde se postra el deseo apagado
el silencio se hace espacio indefinido
Las letras se convierten en mis sábanas
poesía de piel trémula que busca su delirio
labios posándose en desiertos desteñidos
lienzos vírgenes esperando ardientes trazos
Nadie sabe de sus paisajes, de sus veredas
no está aquel que abría camino por su selva
nenufares postrados a la espera del suspiro
el beso guardado, la mirada expectante...
Alma volada en mariposa...
Capullo de ti...
Mi cuerpo esperando de su beso la metamorfosis...
...para entregarse, tomarle y volar.
Imaginando.