lunes, diciembre 20, 2010

Infidelidad...


Porque la existencia se convirtió en vida
a través de su mirada y sus caricias...

...en muerte cuando sus ojos se fueron
viajando a una mirada que no era la suya
tan conocida.

Ese afán de aún así, observar sus ojos buscándole...
entre miradas divididas
entre lo propio y lo ajeno
entre lo sabido y lo secreto
llorando el llanto seco

Sumergido grito enmudecido en el silencio
de no poder decirle, le odio, le quiero
y permanecer cuando se anhela salir huyendo
en la caída, pesadumbre y vértigo...

Se combinan el recato y el cinismo
bailando el canto de despedida
recibiendo desasosiego y consuelo
no habrá vuelta, no hay cabida.

¿Cuál retrato? Ni siquiera ese
de un atardecer, de un mediodía
si como balde de agua fría
(se da cuenta)
su boca, labios suyos de ayer
humedecen otros sueños, de antaño
y de antaño cuerpos entrelazados.

Dígale usted, ¿y ella quién es?
¿cuál es su identidad?
¿ésta?, ¿la de un atardecer?
¿la de ese mediodía?

Nube pasajera que se desvanece
alas pulverizándose en el presente
en el momento del beso olvidado de ayer
fundido en las profundidas de su cuerpo.

Sólo un instante y silencio...
...mañana habrá de amanecer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...

EDUARDO CAVIERES dijo...

Simplemente magistral lo que leo aqui, espero escribas mas seguido, un abrazo, Eduardo.