lunes, noviembre 10, 2008

Nadie…




Nadie vio cuando la luna dejó de iluminarse entera

Nadie oyó cuando las voces enmudecieron

Nadie vio cuando la mirada dejó de enamorar

Nadie leyó cuando las palabras dejaron de cautivar

De envolver en suspiros los corazones…


Si el camino era claro ya no se veía la verdad,

Si la ilusión era de la sangre, todo es desangrar

Si el aire ya no sopla más, hasta el último suspiro pereció

El río ya no corre más, el alelí en el beso seco feneció

Y aún hasta la pálida sombra que quedaba desapareció


Ahícito se quedó el vago recuerdo de la amistad que surgió

Se pierden en el viento, se desvanecen en el tiempo

las palabras, las complicidades, los encuentros a destiempo

todo lo borra la noche estrellada en que la luz se desvaneció

y la quimera enmudece sola perdida entre mares de silencio…



7 comentarios:

Supermamá dijo...

El suspiro enmudeció al paso del tiempo, y solo el recuerdo consuela el alma.

Precioso amiga mía...precioso.
un fuerte abrazo para ti
bss

maria varu dijo...

Amiga Ingrid, ¡cómo me reconozco en esos versos!
Nadie oyó... nadie vió... nadie leyó... ya no era, ya no se veía, ya no...
Deduzco, creo, que también sabes, y que quizás también has vivido y sentido, que cuando no hay nadie, cuando ya nada está, cuando hay noche y vacío... estás tú, está uno mismo, está la vida, el sentir, el amar, el sufrir, el volar, el soñar... quizás no hay nada afuera, nada en el exterior, la mirada se pierde en esa nada... pero está el adentro, siempre está el adentro lleno de recuerdos, de pensamientos, de olvido, de... vida.

Petonets i abraçades.

Juan de la Cruz Olariaga dijo...

Que decir esas letras emocionan, te llenan el alma y piden un descanso en los sentimientos. Maravilloso mi querida, lindo de verdad, leo y releo y cada vez me gusta mas. Te quiero mucho y te dejo un beso enorme.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Ingrid estimada, no son quimeras, la sangre si deja de correr a la velocidad adecuada para como no alterarnos el corazón, para no hacer ruidos en nuestros silencios, para no ver el amanecer bajo la luna que se nos escapa, ni la luna cuando se apodera de la noche...
Cuando la poesía no se lee, se vive y se siente, es vida, vida clara, sin tiempos ni distancias.
Miramos la misma luna.

Besos y abrazos.

Allek dijo...

me encantan las puas..
desafiarlas....
robarles el filo...
y quizas dejar piel alli..
saludes..

Alexandre Moreno dijo...

Puede que un día vuelva la fe, del mismo modo que un tiempo la tube, hace años, puede que un día la redescubra, o la descubra, o simplemente la palpe, tiempo al tiempo.

Sobre tu poema:

La mayoria de las cosas que nos suceden nadie las ve, incluso cuando creemos que los que nos rodean se deben de dar cuenta de nuestras tristezas, nuestro amor, nuestra alegria, no es así, si no lo decimos. Por eso, las emociones primero, y despues los sentimientos, son en muchas ocasiones, sólo nuestros.

Una abraçada!

SPhoenix dijo...

Nadie... Eso es quizás lo más penoso y triste. Que nadie capte, que nadie note u oiga. Una(s) vida(s) invisible es lo más triste...
Me encantó leerte.

Saludos